SECTOR PRIMARIO:
La agricultura supone el 1,5% del PIB, y acoge al 4,5% de la población activa, la industria supone el 26,5% del PIB y acoge al 28% del PIB, y los servicios son el 72% del PIB y el 67,5% de los trabajadores.
La agricultura tradicional es el arrozal asiático, con un peculiar sistema de producción llamado jori. El arroz es el principal producto del país, seguido de trigo, patata, cítricos, té, remolacha azucarera, soja y otras frutas y verduras. En general satisfacen la demanda local, y es insuficiente, por lo que se deben importar alimentos. Los alimentos suponen sobre el 23% de las importaciones.
La ganadería es una actividad secundaria, y en buena medida subsidiaria de la agricultura. Está integrada con el sistema agrícola tradicional, aunque también se ha desarrollado una agricultura intensiva en granjas muy productivas en torno a las ciudades. Los principales productos ganaderos son la
carne, de consumo relativamente moderno, huevos y productos lácteos. Las cabañas más importantes son las del cerdo, bovino y aviar, pero al igual que en el caso de la agricultura hay que importar la mayoría de lo que se consume.
La silvicultura es un sector muy interesante, aunque los bosques nipones están poco explotados, gracias a su protección. El 67% de de Japón está cubierta de bosques. La mayor parte de la producción silvícola se centra en torno a las coníferas de cultivo, y bosques de repoblación. Destacan el cedro, el ciprés y roble japoneses, pinos rojos y negro, haya y abetos rojo y blanco. Los bosques de frondosas naturales apenas se explotan. Hokaido y la mitad norte de Honshu son las áreas silvícolas por excelencia.
Japón es la primera potencia pesquera del mundo, lo que hace de la pesca uno de los sectores económicos más importantes, y la fuente tradicional de proteínas de los japoneses. Pesca en caladeros propios en el mar de China y en el mar del Japón, pero también en todos los mares del mundo. Su flota está organizada en empresas de grandes dimensiones, con enormes barcos que disponen de los medios más modernos.
Los puertos más importantes están en el Pacífico, que es la costa más abierta a los mares internacionales. La costa del mar del Japón y el de China sobresale más por la pesca tradicional de bajura. Nagasaki y Fukuoka son los grandes puertos pesqueros de Japón, aunque los de las grandes megalópolis también disponen de importantes lonjas.
Además de la pesca en Japón la acuicultura es un sector muy pujante, gracias al impulso del Estado. Dispone de grandes criaderos con todo tipo de especies: mariscos, algas, ciertos peces y perlas, esto último en especial en la costa sur: Shikoku y Kyushu.
SECTOR SECUNDARIO:
Japón es uno de los grandes países industriales del mundo. Su despegue industrial se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, en la época Meijí. Se trata de una industria impulsada por el Estado, y en buena medida al servicio de los intereses militares del país. De esta manera tiene muy poco que ver con la industria tradicional. No es la artesanía local la que se industrializa si no la importación de los modelos productivos de Europa, especialmente de Alemania. En general copia los productos europeos, usando tecnologías más eficaces, además de una mano de obra barata, rápida, cualificada y sumisa. Pero la industria actual es de nuevo cuño. Despega después de la segunda guerra mundial, gracias a la transferencia tecnológica que hace EE UU con motivo de la guerra de Corea.
La región industrial de Japón, por excelencia es el ángulo sureste entre la costa del Pacífico y el mar del Japón. Su localización depende mucho de la presencia de un puerto industrial que dé salida a los productos.
Entre los principales sectores industriales se encuentra la siderurgia, especialmente la siderurgia de transformación que elabora maquinaria, coches, barcos, aviones, trenes, etc. El sector del automóvil es uno de los más significativos de Japón, ya que buena parte de su producción se exporta a todo el mundo. Se trata de coches baratos, pequeños y de bajo consumo, muy adecuados para las congestionadas ciudades modernas y las clases medias de todo el mundo.La industria textil es la única, significativa, que sí tiene una tradición preindustrial en Japón. Se nota en su estructura empresarial, mucho menos concentrada y más diseminada, aunque la región textil por excelencia es la costa del Pacífico.
Japón es una referencia mundial en altas tecnologías: televisores, equipos de sonido, ordenadores y programas, teléfonos móviles, etc.
La industria japonesa cubre la demanda de sus conciudadanos, a la que va dirigida primeramente, pero también tiene un gran potencial exportador. Son productos que tienen buenos precios y de calidad buena o suficiente, por lo que son muy demandados en todos los países.
Entre las empresas más importantes del mundo hay muchas japonesas: Mitsui, Itochu y Mitsubishi. Las grandes empresas japonesas son zaibatsu, grandes conjuntos empresariales que abarcan todos los sectores de la producción, explotación, consumo y financiación del sector industrial.
El consumo de energía es muy alto, aunque inferior a otros países desarrollados, ya que sus productos industriales son los de más bajo consumo que la tecnología permite. Casi toda la energía eléctrica que consume la produce por medio de recursos importados, excepto la hidroeléctrica, y las renovables. La principal fuente de energía es el petróleo, que ha de importar por completo, pero lo refina todo. A la producción termonuclear llegó más tarde que los países europeos y EE UU, por motivos psicológicos, pero hoy en día sus centrales nucleares son de las más seguras del mundo y la principal forma de producción de energía eléctrica del Japón. No exporta energía eléctrica, por lo que el tercer productor de electricidad del mundo consume todo lo que produce.
SECTOR TERCIARIO:
El motor económico de Japón son los servicios; servicios de alta calidad y que tienen impacto en todo el mundo: banca, seguros, comercio al por menor, transporte, telecomunicaciones, etc.
Los principales socios comerciales para la exportación son Estados Unidos 22,8%, la Unión Europea el 14,5%, China 14,3%, Corea del Sur 7,8%, Taiwán 6,8% y Hong Kong 5,6% . Los principales países de los que importa son China 20,5%, Estados Unidos 12,0%, la Unión Europea el 10,3%, Arabia Saudita 6,4%, Emiratos Árabes Unidos 5,5%, Australia 4,8%, Corea del Sur 4,7% e Indonesia 4,2%.
Todo este comercio internacional se asienta en una potente banca y de seguros. La bolsa de Tokio, y los centros financieros de Saporo y Fukuoka tienen ámbito internacional. Los bancos japoneses se remontan a los grandes zaibatsu, clanes familiares que dominan la mayoría de las acciones de un holding, a través de las que controlaban un numeroso grupo de empresas de un mismo sector o de varios.
A pesar del capitalismo generalizado Japón no es exactamente un país liberal, y la economía está fuertemente intervenida. Regularmente el gobierno lanza planes económicos que las empresas se comprometen a cumplir. Esta política sirvió para un espectacular desarrollo económico en las décadas de 1960 y 1970. En la década de 1980 el altísimo desarrollo se frenó, y entró en crisis en la década de 1990, aunque Japón sigue siendo la segunda economía del mundo.
La red de comunicaciones japonesa es una de las más importantes del mundo. Hay carreteras, ferrocarriles, aeropuerto y puertos de gran capacidad, rapidez y calidad.
La red ferroviaria es una de las más densas y rápidas del mundo. Se usa con eficacia tanto para el transporte de mercancías como de personas. Es el transporte público más popular. La red de carreteras es muy moderna, ya que está siendo remodelada casi de continuo y con grandes obras de ingeniería: puentes, viaductos, túneles, etc. A pesar de la densidad, la rapidez y lo moderno de estas vías están casi permanentemente congestionadas, y es que las necesidades de transporte de mercancías y viajeros en Japón son muy altas.
Para atender a las necesidades de importación y exportación Japón dispone de la segunda flota mercante más grande del mundo, sólo por detrás de la de Estados Unidos. Algunos barcos son auténticas factorías flotantes, donde se da el acabado de determinados productos. Los puertos más importantes se encuentran en las grandes megalópolis.
La aviación es muy dinámica, tanto en los vuelos nacionales como en los internacionales. Casi todas las ciudades tienen aeropuerto.
En Japón las telecomunicaciones tienen un protagonismo decisivo: radio, televisión y, sobre todo, Internet, ya que dispone de unas de las redes más densas y rápidas del mundo. No obstante, y debido a la barrera del idioma, los medios de comunicación japoneses no tienen la influencia que les correspondería por su posición económica.
El turismo está bastante desarrollado, por su exotismo, pero muy lejos de los grandes centros turísticos del mundo. Los japoneses son, más bien, emisores de turistas que receptores.
Todo este comercio internacional se asienta en una potente banca y de seguros. La bolsa de Tokio, y los centros financieros de Saporo y Fukuoka tienen ámbito internacional. Los bancos japoneses se remontan a los grandes zaibatsu, clanes familiares que dominan la mayoría de las acciones de un holding, a través de las que controlaban un numeroso grupo de empresas de un mismo sector o de varios.
A pesar del capitalismo generalizado Japón no es exactamente un país liberal, y la economía está fuertemente intervenida. Regularmente el gobierno lanza planes económicos que las empresas se comprometen a cumplir. Esta política sirvió para un espectacular desarrollo económico en las décadas de 1960 y 1970. En la década de 1980 el altísimo desarrollo se frenó, y entró en crisis en la década de 1990, aunque Japón sigue siendo la segunda economía del mundo.
La red de comunicaciones japonesa es una de las más importantes del mundo. Hay carreteras, ferrocarriles, aeropuerto y puertos de gran capacidad, rapidez y calidad.
La red ferroviaria es una de las más densas y rápidas del mundo. Se usa con eficacia tanto para el transporte de mercancías como de personas. Es el transporte público más popular. La red de carreteras es muy moderna, ya que está siendo remodelada casi de continuo y con grandes obras de ingeniería: puentes, viaductos, túneles, etc. A pesar de la densidad, la rapidez y lo moderno de estas vías están casi permanentemente congestionadas, y es que las necesidades de transporte de mercancías y viajeros en Japón son muy altas.
Para atender a las necesidades de importación y exportación Japón dispone de la segunda flota mercante más grande del mundo, sólo por detrás de la de Estados Unidos. Algunos barcos son auténticas factorías flotantes, donde se da el acabado de determinados productos. Los puertos más importantes se encuentran en las grandes megalópolis.
La aviación es muy dinámica, tanto en los vuelos nacionales como en los internacionales. Casi todas las ciudades tienen aeropuerto.
En Japón las telecomunicaciones tienen un protagonismo decisivo: radio, televisión y, sobre todo, Internet, ya que dispone de unas de las redes más densas y rápidas del mundo. No obstante, y debido a la barrera del idioma, los medios de comunicación japoneses no tienen la influencia que les correspondería por su posición económica.
El turismo está bastante desarrollado, por su exotismo, pero muy lejos de los grandes centros turísticos del mundo. Los japoneses son, más bien, emisores de turistas que receptores.
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